martes, 25 de agosto de 2009
martes, 18 de agosto de 2009
lunes, 17 de agosto de 2009
viernes, 10 de julio de 2009
manifiesto
No quiero ser de esos que son los mismos y lo mismo todos los días y además lo presumen como si fuera un mérito (lo disfrazan de una cosa que se llama constancia).
No quiero dar por hecho la magia, sino ser capaz de hacer que pase una y otra vez.
No quiero oír una canción súper chingona una sola vez, quiero sacarle todo el jugo, exprimirle cada palabra, quedarme oliendo a ella por mucho rato y después volverla a escuchar.
No quiero ser de los que dejan ir el amor porque quién sabe qué cosas son quesque más importantes.
Quiero buscar diario en el fondo de tus ojos ni sé qué. Y encontrarlo.
Si alguien me pregunta ¿te has enamorado últimamente? Quiero decir que sí, que ayer que diario de algo, de alguien, de mí.
Quiero ejercer mi libre derecho a la locura de creer.
No quiero tener la típica y generalizada miopía para la belleza, quiero que me duelan los ojos de ver y ver y ver
No quiero dar por hecho la magia, sino ser capaz de hacer que pase una y otra vez.
No quiero oír una canción súper chingona una sola vez, quiero sacarle todo el jugo, exprimirle cada palabra, quedarme oliendo a ella por mucho rato y después volverla a escuchar.
No quiero ser de los que dejan ir el amor porque quién sabe qué cosas son quesque más importantes.
Quiero buscar diario en el fondo de tus ojos ni sé qué. Y encontrarlo.
Si alguien me pregunta ¿te has enamorado últimamente? Quiero decir que sí, que ayer que diario de algo, de alguien, de mí.
Quiero ejercer mi libre derecho a la locura de creer.
No quiero tener la típica y generalizada miopía para la belleza, quiero que me duelan los ojos de ver y ver y ver
martes, 9 de junio de 2009
viernes, 12 de diciembre de 2008
VENTAJAS DE PRACTICAR LA CHAKETA
No tienes que andarte auto-invitando al cine pa que aflojes
No tienes que decirte palabras bonitas al final ni abrazarte
No tienes que poner tu carota de pendejo ante el o la de la farmacia para comprar condones porque NO NECESITAS CONDONES
El riesgo de contraer enfermedades venéreas es igual a cero, auque sí te recomendamos que te laves las manos antes de, sobre todo si has estado en contacto con algún chile (del otro, del de comer pues).
Nunca tendrás que recurrir a ningún método espanta-cihueñas, ni casarte contigo a la fuerza en caso de embarazo no deseado (pues no lo habrá).
Nunca tendrás que tener contigo la incomodísima charla de “creo que ya no deberíamos vernos”, pues el único amor eterno es el amor propio.
No tienes que andarte auto-invitando al cine pa que aflojes
No tienes que decirte palabras bonitas al final ni abrazarte
No tienes que poner tu carota de pendejo ante el o la de la farmacia para comprar condones porque NO NECESITAS CONDONES
El riesgo de contraer enfermedades venéreas es igual a cero, auque sí te recomendamos que te laves las manos antes de, sobre todo si has estado en contacto con algún chile (del otro, del de comer pues).
Nunca tendrás que recurrir a ningún método espanta-cihueñas, ni casarte contigo a la fuerza en caso de embarazo no deseado (pues no lo habrá).
Nunca tendrás que tener contigo la incomodísima charla de “creo que ya no deberíamos vernos”, pues el único amor eterno es el amor propio.
martes, 7 de octubre de 2008
Las cosas son como son por algo…
Hoy es noche de box, pero ésta no es como las anteriores. Háganse de cuenta que Diosito súper milagroso por fin pidió que le llevaran mi expediente a su escritorio ¿a ver… ¿qué desea esta muchachita? Ser millonaria, ser escritora en afamada revista europea, viajar por todo el mundanal ruido, la juventud eterna, bajar unos 10 kilitos sin hacer dieta, ser feliz, la paz mundial, ay ya todo eso está muy bisteck y ah mira! Que el amor suyo de su vida de ella se aleje de la cantina ésa de tan mala fama (a la que por cierto y como antaño, no dejan entrar mujeres, si no ya hubiera rentado a algún niño de la calle para ir a chantajearlo y hacerle un drama digno de una película de Dolores del Río o de canción de Los Tigres: Nos dejas a míiii y a tuu hijo para venir a estas cantinuchas). Pus bueno, Dios estaba de buenas “mmm pos ta bueno concedámosle éste: que la noche de sábado tengan una romántica cita viendo el box en la santa paz del lecho que comparten”.
Y así como por arte de magia, mi chico “juró”…
El box comenzó, bueno en realidad eso es un decir porque te chutan media hora antes de comerciales y mientras esperábamos ya el momento clímax del asunto (o sea que empezara la pelea, porque no había otra asunto) él suspiraba cada dos segundos con harta nostalgia de la buena “aaayyy cómo quisiera estar en una pinche cantina con una chelita enfrente” y así media hora 45 minutos hasta que por fin el momento esperado: empezó la pelea.
Yo no soy muy aficionada al box, así que nunca había visto un encuentro entre pugilistas y pues nada no sabía ni qué esperar, los primeros minutos transcurrieron sin novedad pero de pronto y sin decir agua va, mi chico me soltó abruptamente y comenzó a gritar a decibeles nada saludables para mi oído (ni para la imagen que tengo de él) “acábalo” “dale en su puta madre” y otras frases de igual sensibilidad.
Pasados 10 minutos de semejante escena, decidí pararme, dirigirme a la sala y escribir esta nota, ahora la que quisiera que él estuviera viendo la pelea en la cantina con una chelita enfrente SOY YO.
Y así como por arte de magia, mi chico “juró”…
El box comenzó, bueno en realidad eso es un decir porque te chutan media hora antes de comerciales y mientras esperábamos ya el momento clímax del asunto (o sea que empezara la pelea, porque no había otra asunto) él suspiraba cada dos segundos con harta nostalgia de la buena “aaayyy cómo quisiera estar en una pinche cantina con una chelita enfrente” y así media hora 45 minutos hasta que por fin el momento esperado: empezó la pelea.
Yo no soy muy aficionada al box, así que nunca había visto un encuentro entre pugilistas y pues nada no sabía ni qué esperar, los primeros minutos transcurrieron sin novedad pero de pronto y sin decir agua va, mi chico me soltó abruptamente y comenzó a gritar a decibeles nada saludables para mi oído (ni para la imagen que tengo de él) “acábalo” “dale en su puta madre” y otras frases de igual sensibilidad.
Pasados 10 minutos de semejante escena, decidí pararme, dirigirme a la sala y escribir esta nota, ahora la que quisiera que él estuviera viendo la pelea en la cantina con una chelita enfrente SOY YO.
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